Las islas de Tahití tienen muchos lados. Sin embargo, todos están conectados por Mana. Mana es una fuerza vital y un espíritu que nos rodea. Puedes verlo, tocarlo, probarlo, sentirlo. Y desde el momento en que llegue, comprenderás por qué decimos que nuestras islas están Abrazadas por Mana, concepto mítico y esencial, tan natural pero también misterioso y esotérico.
El Mana vive y trasciende en todo lo relacionado con los polinesios, fuerza, poder, influencia, supremacía, grandeza, soberanía, omnipotencia, prestigio, control, genio, cualidad, atributo, prerrogativa, autoridad, superioridad, nobleza, estatura, presencia, elegancia, belleza, ¡impresionante!
Todos estos conceptos, nociones, palabras definen el Mana en una situación precisa.
Es la raíz de la dualidad de la vida y la muerte, es la esencia del poder universal, el corazón del universo polinesio, los seres que le dan vida, los elementos que le dan forma, los valores existenciales, culturales y espirituales que crearon al Polinesio / Ma’ohi que glorifica este universo.
El Mana es pureza, surge de la vida, la humildad, el respeto, la dignidad, el amor, el compartir, la belleza, la bondad y la paz de los seres y cosas que se funden armoniosamente en este universo ma’ohi.
El Mana es sabiduría, emana del conocimiento empírico, técnico y ancestral, del sentido común que surge del vínculo inalienable entre el hombre y su entorno, de la fe en lo divino, el estado de gracia al que todo y todo ser puede alcanzar a través de un espíritu, búsqueda cultural y profana del Mana universal, la promesa de renacer más sabio, más puro y más poderoso.
¡El Mana vivirá en ti!